Camisetas


Escuchar “Yo no miro cine argentino” y sus frases derivadas es algo que me rompe soberanamente la paciencia. La forma en que esta disciplina ha sido una y otra vez estigmatizada, desvalorada y despreciada logra, sistemáticamente, encabronarme. Entiendo que ejemplos como Música en Espera y Esperando la Carroza II (sí, mi boca de jarro es tan grande como la de Jagger, porque me abstuve de mirarlas a ambas) no hacen otra cosa que darles argumentos a los imberbes que declaran esas barbaridades; sin embargo, en los últimos diez años han salido producciones que no sólo contradicen lo antedicho, sino que demuestran que aparte de talento, aquí se cosecha originalidad.

Pero esto no va de vanagloriar al “Nuevo cine argentino”, sino de confesarme como una maldita hipócrita contradictoria. Si mi línea de pensamiento fuera estrictamente coherente, yo debería juzgar con la misma vara y preservar los mismos valores con otras disciplinas artísticas, a saber, por ejemplo, la música. Entonces debería desdeñar todo aquel comentario que, de algún modo, menosprecie la música nacional. Bueno no, yo para eso soy una condenada esnob (algo de lo que en ningún punto me enorgullezco) y para calificar la música argentina soy una caterva de prejuicios.

Pocas bandas han salido airosas de mi dedo enjuiciador. Creo que, con suerte, llego a las quince, ponele. Dos de ellas formaron parte de mi genial fin de semana pasado, el que tuvo a Victoria Mil y a Los álamos de protagonistas, y otra será parte del que viene.

Bicicletas presenta este viernes Quema en La Trastienda; un disco superpoderoso como Bombón, Burbuja y Bellota, con unas guitarras potentes y esas melodías bien bicicleteras. Como en una gran historia de amor, lo mejor está al principio del disco. El crescendo de la intro de Quema vaticina que éste es el disco más rockero de la banda, y la carcajada del final del tema es el puente perfecto a lo que se huele como hit: 11 y 20. Mi preferida, Araña negra, sale tercera en el podio y me trae a la memoria el final de Tarántula mezclado con la mejor historia de paranoia en los labios de un peposo.

La tríada del final (En tu cara, Escaleras y Tren) me dan ganas de ponerle “repeat” a mi reproductor y dejar que la psicodelia vuelva a empezar. Nada mal para una prejuiciosa contradictoria eh.

8 comentarios:

Vos sabés quien soy, vos sabés... dijo...

Bueno...es muy necesario hacer un comentario debido a lo que acabo de leer.
Si hay alguien que ha defenestrado eso que llaman rock nacional (aunque no exista), es quien aquí escribe -estuve a punto de poner un servidor, pero me recordó a la palabra ciervo, de ahi a empalmarla con Dios fue un segundo...y yo no tengo Dios más que mi espejo, no sirvo a nadie y muerto antes prefiero estar que ser un ciervo-.
La cosa es mas o menos así: no existe el rock nacional. El rock es rock y punto. Sería como estar en Gran Bretaña y hablar de gauchos británicos. El rock nació del Jazz, del Blues y de los negros esclavos que estaban en USA un lustro antes de llegar a los 50. Y listo.
Ahora bien, si podemos hablar de un rock hecho en Argentina por argentinos...y ahi si que la cosa se vuelve espesa.
Entonces, como no me quiero explayar mucho para no hacer de esto un monólogo interminable, sólo me voy a referir a dos bandas que han visto nacer estas pampas: Pez es la primera de ellas.
Lírica de un nivel poético magistral, música tocada con el alma y una técnica brillante, canciones para todos los momentos, recitales potentes e íntimos...Pez es la gran banda argentina.
La segunda, y por la que espero cientos de críticas, es Flema. Si señores, si Brenda, Flema es la más punk entre los punk´s. Flema es nihilismo puro. Flema se ama o se detesta, no pasa desapercibida. El señor Vicious es un niño de pantalones cortos antes de los 18 al lado de Manuel Ricardo. Puede que el impacto pistolero haya sido mas grande debido a lo monárquico del hogar materno, pero nadie tomó la bandera del odio contra todo y todos como lo hizo Flema, nadie se autoboicoteó tanto como estos chicos de Gerli. Nadie tiene como título de un disco "El exceso y/o abuso de drogas y alcohol puede ser perjudicial para tu salud. Cuidate, nadie lo hará por vos". Punto final.

Brenda V dijo...

Mejor debería recordarle a la palabra "cuervo".
Sólo puedo contestarle: "Flema es una mierda".

Anónimo dijo...

los bicis son una linda banda argentina. Pez también aunque hoy yo prefiero flopa manza minimal. Las cosas que hace Flavio Cianciarullo también son hermosas...
No sé si hay que buscar a la gran banda argentina (eso me recuerda al gran clarinete).

flor.

Lisandro Capdevila dijo...

Hipérboles y su negación, eso debería decir una remera suya.
Me gusta que todos sus textos no matter what, hablen de ud. No deje de actualizar, aunque más no sea cosas de seguros que traduce.

nwll dijo...

a mi me gustaba "deslízate naranja", luego su voz me empezo a deprimir. Más tarde se me hacía muy dificil escuchar un tema de ellos por el mismo motivo. Y ahora, un par de años después estoy dispuesto a decir que no me gustan una mierda.

PD: terminan como Estelares.

Axel-O-Rama dijo...

Últimamente mis energías están pestas en los "nuevos talentos nacionales". Creo que hay vida más allá de Estelares como dijo el compeñero Nwll. Voy a citar algunas bandas que no están producidas por celebridades y logran meterte en una película muy interesante como lo hacen Dietrich, Metralleta y Humo del cairo por ejemplo.

Saludos y muy bueno el programa

Joakkin dijo...

Yo no miro cine argentino porque me acostumbré a no hacerlo, y está mal.Ya llegará el momento de empezar a verlo.Con la música me pasa algo raro: yo a la música me la choco y si me gusta la escucho, pero no me pongo a incursionar en bandas;y eso es porque escucho siempre lo mismo.Como no me canso de escuchar los redondos o Radiohead, por citar, me pierdo miles de bandas.Da igual si son de acá o de allá.
Para terminar, a Bicicletas los vi en River en 2007 pero no los escuché: el periodo de resaca terminó 10 m antes que empezara a tocar Waters.

SAlut

Conde V dijo...

Los fuiste a ver a La trastienda?

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