Dress(ed) to Kill


No se necesita ser muy perspicaz, ni verme con frecuencia, ni tener el mínimo conocimiento sobre moda para saber que pocas cosas me hacen tan feliz como posar un vestido sobre mi piel.

Esa felicidad tan material, tan trivial para el ojo despojado de necesidades sólo estéticamente satisfechas, es simplemente incomparable.

No es cuestión de precios, marcas, estilos o modelos, claro que hay estampados que prefiero y que hay cortes que me quedan mejor, pero en general cualquier tela cortada como vestido es un fetiche a coleccionar.

Dolce Gabbana, Dior, Valentino, Agatha Ruiz de la Prada y millones más comparten este gusto exquisito por este tipo de prendas, pero no es necesario cruzar el charco, ni tomarse la Costera para conseguir alguno de estos ejemplares únicos, ya que en esta misma ciudad hay dos chicas que supieron traducir en géneros maravillosos y cortes impecables lo que queremos de un vestido.

Chequeen y mueran con su colección: www.flickr.com/sillisissi

Y lo mejor de todo es que sus prendas son irrepetibles.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Mi foto
Unfiltered view from the eyes of a newrotic.